Cuenta una leyenda
—Cuenta una leyenda que una hembra gitana conjuró a la luna hasta el amanecer.... Bla, bla, bla. ¡Menuda bronca le iba a caer al idiota de su hermano en cuanto tuviera ocasión! "Tienes que ir a la sesión de las 12, ¡es la mejor!". Y allí estaba ella, suspendida en el aire tal cual luna, presenciando cómo una gitana se camelaba al resto del público para que no la bajaran hasta dentro de tres horas. — ¡Bajadme! ¡Venga ya, hombreee! Fue lo último que dijo, antes de sentir un incómodo y fulminante pinchazo en sus partes traseras.