RECETA “CÓMO ENAMORAR” PARTE I: ENAMORAR A UN HOMBRE
En un Taller de Escritura tuve que redactar en forma de receta cómo enamorar a un hombre. Y yo me dije ¿por qué no? Voy a escribir también cómo enamorar a una mujer... Porque enamorarse es cosa de dos... Busqué en bastantes sitios. Encontré los libros de John Gray... y, por supuesto, mi más preciado tesoro: el sentido común. De todas formas, esto de enamorar no es una ciencia exacta, cada persona es un mundo, pero lo que sí se es que los hombres son hombres y las mujeres son mujeres... ¿Qué ciencia más exacta que esa?
Espero me haya quedado bien la receta.
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PARTE I: ENAMORAR A UN HOMBRE
Ingredientes:
Para una mujer
·
5 onzas de química
·
6
unidades de claridad mental
·
2 litros (o más) de belleza física
·
2
kilos (o más) de seguridad en tí misma
·
2
kilos (o más) de receptividad
·
1 litro (o más) de sensibilidad
·
Independencia
·
Muchas
sonrisas
·
Contacto
visual
Preparación:
Bate 5
onzas de química a punto de nieve.
Si no se siente
cierta atracción inicial entre ambos no hay nada que hacer, amiga. La química
suele ser algo natural: surge sobre la marcha, cuando una menos se lo espera.
Moviendo el tenedor con fuerza y seguridad, agrega inmediatamente las 6
unidades de claridad mental ralladas muy finas. Tu tiempo es oro, así que para
qué perderlo con quien no es apropiado para ti ó no está a tu altura. Charlando una vez con un camionero -no
tengo nada en contra de los camioneros ¿vale?- me dí cuenta de que yo parecía hablar en chino
para él, y él me alejó de su lado haciéndome ver que su conversación estaba
vacía de interés para mí. Era muy guapo –rubio, pelo largo, recién salido del
gimnasio-, pero terminó horrorizándome por el aburrimiento. Con esto quiero
decir que tener un nivel similar de entendederas suele ser mejor que no
tenerlo.
Luego está el hecho de tener intereses diferentes. A ver si me explico. Puede atraernos conocer a alguien que disfruta haciendo cosas que tú no haces. A mí me atraen los deportistas, los indiferentes y los que se dedican a la jardinería... cosas que yo, normalmente, no suelo tener en mi vida. Pero, una cosa son los intereses y otra son los principios. También pienso que sería buenísimo coincidir en ciertos principios, en los importantes, esos que tiene una y por los que suele decir: “Yo por ahí no paso, ¿eh?".
Luego está el hecho de tener intereses diferentes. A ver si me explico. Puede atraernos conocer a alguien que disfruta haciendo cosas que tú no haces. A mí me atraen los deportistas, los indiferentes y los que se dedican a la jardinería... cosas que yo, normalmente, no suelo tener en mi vida. Pero, una cosa son los intereses y otra son los principios. También pienso que sería buenísimo coincidir en ciertos principios, en los importantes, esos que tiene una y por los que suele decir: “Yo por ahí no paso, ¿eh?".
Cuando lo anterior esté bien batido, mézclalo con unas
cuantas sonrisas y mucho contacto visual.
Todas sabemos en qué consiste esto. Un amigo mío me decía que lo de la química era algo así como que
“ambos se pierden en un desfile hormonal armónico aderezado con expresiones
faciales placenteras”. Esas expresiones faciales que decía mi amigo ayudan a “entrar en contacto” con un chico. Y las
sonrisas, no te digo nada. Una cara triste no atrae ni a una mosca. En cambio,
si sabes cómo mirarle sabrás cómo atraerle. Nuestros ojos, pestañas y demás
complementos fueron creados para algo.
Te recomiendo que no olvides que no eres muda y acompañes
todo lo anterior con una palabrería controlada “pro tú”, es decir, no le
preguntes tanto e interrúmpelo, y que escuche él.
Como le des mucha coba se
perderá hablando de sí mismo. Modera el tono. Lo espantarás si le pareces una cascarrabias... Siempre que queramos
podemos ser las mujeres más dulces y más positivas que un tío se haya podido
echar a la cara. Un policía me invitó a tomar unas
cervezas. Hablaba y hablaba sin parar: sobre su trabajo, sobre los deportes que
practicaba, sobre sus gustos… ¡la conversación –monólogo-
se centraba, única y exclusivamente, en él! Yo lo escuchaba con una sonrisa
encantadora. Le hacía preguntas -¡Dios mío, por qué!- y él… bla, bla, bla, …
seguía hablando sobre su tema favorito: ¡él!. Esto te puede hundir en la
miseria si no sabes cortar a tiempo. Quería conocer a ese chico,
pero ¿él quería conocerme a mí? No me estaba dando a entender esto, la
verdad. Nunca, en ningún momento, me hizo más de dos preguntas. ¿Yo hablaba
poco o él era el que hablaba mucho? Me cansé, no por falta de
entendederas, sino por falta de... ¿comunicación?.
Incorpora al preparado la belleza física.
¡Ojo! Es importante
tenerla en cuenta a lo largo de todo el proceso de elaboración – y más allá,
diría yo-. Todos sabemos que la belleza está en el interior, y es verdad, es la que siempre permanece, pero... la exterior también puede ayudarte. Pero no cualquier tipo de belleza exterior. Sabemos muy bien qué
ponernos para atraerlos y qué ponernos para espantarlos. Un hombre cuanto más se fija en lo físico más tonto se
vuelve, menos piensa y más se parece a un robot…¡haz que reaccione! Ponte bien guapa, elegante y coquetona. No dejes que te trate como una cosa. Depende de tí. Cuando solo le atrae lo físico, y es lo único a lo que va, al poco
tiempo perderá todo interés.
Espero que sepas que no tiene por qué querer una relación con alguien que le
atrae físicamente. Cuando se recupere de su reacción “ante tanta belleza”...
intenta darle una oportunidad de conocerte a fondo. Puede ser de los que tengan
claro que el sexo no lo es todo, para lo cual tú ahí tienes un papel importante.
Sigue batiendo para que todo esté bien mezclado y ve
añadiendo a la misma vez la seguridad en ti misma, la receptividad y la
sensibilidad. Revuelve todo esto hasta obtener una pasta homogénea.
Si no estás
segura de ti misma no vas a enamorar a ese chico que tanto te gusta. Puedes
conseguir lo que quieras, tenlo bien claro. No tienes por qué convertirte en
otra distinta. Una amiga mía pensaba que tenía que ser una rockera para
gustarle al chico por el que perdía fuelle. Dejó sus vestidos de colores y
empezó a vestirse de negro, sus queridos zapatos los cambió por botas góticas,
los abrigos largos le sentaban fatal, el pelo…en fin, mejor no te digo lo que
hizo con su pelo… Dejó de ser atractiva para él y al poco tiempo la abandonó.
Sé tú misma y ya está. Si se ha acercado a ti en un primer momento seguramente
es porque algo le ha llamado la atención. Le gustarás tal y como eres.
La receptividad es tan simple como estarte quieta.
Pero hay que explicarlo mejor, pues no me refiero a que dejes que te toquetee cuando y como quiera. Según
Si vas detrás de él como una posesa solo conseguirás alejarlo. No se te ocurra perseguirlo, ¡eso es tarea de él! Tú limítate a ser la perseguida. Todas tenemos experiencias sobre esto. Persíguelo, y perderá todo interés en tí.
Añade muchas sonrisas (un ingrediente muy importante), doble
ración generosa cuando no opinéis igual en algunas cosas.
Le dejarás claro que
aún te gusta y confías en él. Sé tú misma. ¡No finjas! La sensibilidad es también ingrediente imprescindible. No lo ridiculices delante de nadie.
Habla muy bien de él. Valora sus esfuerzos. Fuí con un chico al cine. No me había gustado nada la película. La eligió él. El chico era un
pimpollo, guapo, elegante, culto… ¡qué más podía pedir! Mantener el pico
cerrado, sí. Se me ocurrió decirle que la película me había parecido una
mierda. Al ver su cara supe que lo había estropeado todo.
Decirle eso fue como hacerle ver que él no me gustaba, y que “su” película (¡hecha
por él! sí, sí, se lo toman así) era terrible. Es mejor evitar las respuestas
negativas al principio. ¡Cambia de tema y háblale de cosas positivas!
No te muestres demasiado dependiente. Hay vida más allá de él. Tu trabajo, tus estudios, tu familia, tus amigas, tus aficiones... todo un mundo te espera. Es perfectamente compatible necesitar a un hombre y mantener la barbilla en alto.
Introducimos el molde con todo su contenido en el horno,
cociéndolo a temperatura fuerte por espacio de “el tiempo necesario”.
Esto son
indicaciones para una receta básica… ¡con suerte te espera toda una vida!
Una
y otra vez hay que enamorarle. Le pasa lo mismo que a ti. Junto con la PARTE II , obtendréis un
plato muy sabroso, que podréis aderezar y servir a vuestro gusto en cada
ocasión. ¡A él le encanta comer!
* Algunas ideas están sacadas de un libro de John Gray.
* Algunas ideas están sacadas de un libro de John Gray.
Sencillamente genial. Mucha sal y mucha pimienta. Es divertido (he de decir que me ha robado más de un sonrisa). Espero la segunda parte para pasar otro buen rato.
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