RECETA “CÓMO ENAMORAR” PARTE II: ENAMORAR A UNA MUJER
Ingredientes:
Para un hombre
·
5 onzas de química
·
6
unidades de claridad mental
·
¾
de kilo de confianza en ti mismo
·
2
latas de responsabilidad
·
¼
de kilo de objetivos y/o planes
·
Salsa
de cumplidos
·
1
cucharada grande de belleza física
·
Pequeños
detalles
·
Escuchar
·
Generosidad
·
Romanticismo
Preparación:
Pon a cocer a fuego lento la química y la claridad mental.
Que hiervan durante el tiempo necesario.
A ver, chaval. Si después de dar
muchas vueltas has decidido (por fín) conocer mejor a esa chica que te vuelve
un poco loco (y no hablo solo de su físico, hablo también de su personalidad)
será mejor que te centres en ella y olvides a las demás. Los mariposones nunca nos
han gustado, ni nos gustarán. Llegar a saber si es tu “alma gemela” es cuestión
de cocinar un poco más.
Añade toda la confianza en ti mismo, pelada y cortada en
cuadrados.
Lo que ella desea tú ya lo tienes ¿sabes?: la habilidad para hacerla
sentir como una mujer. Deberás parecerte a Tarzán ante Jane o como Superman
ante Lois Lane. Seguro que no eres perfecto ni
tienes las respuestas a todo, pero es importante que sepas estar disponible
para cuando ella te necesite. ¡A las chicas nos gusta que ellos encuentren
soluciones! Hace que nos sintamos seguras (y felices, dicho sea de
paso).
Una vez cocido y escurrido lo anterior, extiéndelo todo
sobre un paño para que se seque bien.
Entonces, pásalo a una fuente y añádele
una cucharada grande de buen aspecto físico.
Es importante que no falte…Aunque
parezca que no, la mujer también se fija. Repara en todos los detalles. Viste
bien, amigo. Es algo importante para impresionarla. Ponte zapatos, desodorante, colonia. La mejor camisa, y el mejor pantalón, para esas ocasiones de no bodas.
El aspecto fuerte y sano también les atrae, ¿eh? A la chica en cuestión ya le
gustarás físicamente pero, como son más listas, juegan con una baraja más
grande. Así que no temas. Tú “palante”.
Añade a la fuente los objetivos (y/o planes) bien picados y
las latas de responsabilidad desmenuzadas.
Tener sueños, intereses… en
definitiva, objetivos, crea atracción. Ella se dará cuenta
de que no necesita cuidarte (espero que entiendas en qué sentido lo digo). ¡Le
va a encantar que tengas planes! A las mujeres no nos suele gustar que un hombre
dependa mucho de nosotras. Nos gusta planificar algo (eso sí), pero queremos
que los hombres lleven las riendas del “asunto”. Una vez me negué a decir todo el recorrido que teníamos que hacer esa noche. ¡Yo digo
la hora y tú eliges el sitio! Faltaría más. Qué poco interés mostraba por su
parte… Si la chica te siente más interesado, ella
también disfrutará más de la cita, créeme. Y si no tienes un plan intenta
sacarte algo de la manga. Si se enfada ¡no digas
palabrotas! ¡Tienes que contenerte! No le gusta tu plan, ¡tú sí! De todas
formas, intenta no echar sobre ella toda esa carga de responsabilidad.
Al principio no es bueno. Pocas mujeres se sienten queridas siendo ellas las máximas responsables.
Un ingrediente básico al que también puedes recurrir
en todo momento es este: escuchar. Escúchala, pregúntale, interésate por sus cosas, habla con ella.
Si alguna vez se te tuerce la cita siempre puedes recurrir a
varias pizcas de generosidad y romanticismo.
Básicamente consiste en dar, por
tu parte, y recibir, por la suya. Planear una cita especial, invitarla a cenar,
abrirle la puerta, entre otros cientos de posibilidades… a ella le gustará y tú
te sentirás genial, como un caballero andante. No te centres solo en lo que
recibes porque ella pasará de tí.
En cuanto a la responsabilidad, hay que desmenuzarla bien, y
picarla menudísima.
Si haces lo que dices, si te preocupas por los demás, ¡por
tu chica! ¡que no se te olvide! habrás dado en el clavo de lo que una chica más
desea. Si por el contrario no muestras tu interés por ella... A mí me dejaron plantada dos veces en el cine. Como comprenderás,
no quise volver a verle nunca más…
Agrega los pequeños detalles, cortados en trozos pequeños.
Los pequeños detalles la harán feliz, sobretodo cuando se sienta mal.
¡Permanece a su lado! Hablar, ... Es nuestra forma de sentirnos
queridas. Debes estar a su disposición en una cita. Tus problemas ya se los
contarás cuando intiméis, porque si no, ella querrá hacer de madre contigo y
esto echaría a perder el romanticismo.
Una vez se ha mezclado todo bien, colócalo en una fuente
redonda o alargada, alisándolo.
Unta por encima la salsa de cumplidos.
Es una forma de
hacerle saber que ella te encanta. A las chicas nos gustan más los cumplidos
personales y directos (por ejemplo: ¡qué guapa estás! ¡qué bien te sienta ese
vestido! etc, etc,…). Sentirá tu afecto de forma más intensa. Salpica a tu
gusto más ocasiones para escucharla y generosidad en los pequeños detalles. ¡La
enamorarás!
CONSEJO: el secreto del éxito está en que cocinéis las dos
partes a la misma vez. Se complementan. Con la experiencia le iréis dando cada
uno vuestro toque personal. Y ya se podrá decir que se ha realizado la receta
completa.
¡Lista para tomar!
* Algunas ideas están sacadas de un
libro de John Gray.
He sacado en claro que soy un palurdo en eso de enamorar, lo leeré varias veces a ver si aprendo algo, jejeje! Está tan genial como el primero; si no fuese por que me ha sacado los colores, hubiese disfrutado tanto como en el primero. Gracias de nuevo.
ResponderEliminarPor la temática son los que menos me molan. Aunque coincido con Antonio que estos relatos son buenos para saber que hacemos mal y bien.
ResponderEliminarUn saludo.